27 de junio de 2008

Una inquietante noche con Floria




Tosca, la ópera que Giácomo Puccini concibió con un marcado tono político en la Europa del 1800, durante los años de la invasión de Napoleón a Italia –a tono con sus ideas revolucionarias–, fue la obra que dio vida al personaje de Floria Tosca. Mujer hermosa como deseada, el personaje de Floria -una cantante de opera, amante del pintor romano volteriano Cavaradossi, de ideas antimonárquicas-, fue el que inspiró a los padres de Floria Sigismondi (1965, Pescara, Italia) a bautizarla con ese nombre.
Desde luego, Floria, hija de cantantes de ópera, hizo honor a su legado nombre, y desde su temprana mirada hacia fines de los noventa, como artista todoterreno, no ha dejado de reformatear desde diferentes lenguajes un personal conceptualismo de arte, sombrío, bizarro.
Canadiense por adopción, Floria es hoy una de las artistas tan polifacéticas como innovadoras de los últimos años de la estética audiovisual. De mirada en extremo inquietante como fotógrafa, directora, pintora y videoinstaladora, esta chica se las trae desde hace un tiempo.
Afincada entre Toronto y Nueva York, Sigismondi dirigió videos musicales de David Bowie, Sigur Rós, The White Stripes, The Cure, Björk, Interpol, Leonard Cohen, Muse, Amon Tobin y Marilyn Manson, entre tantos.
Basta ver parte de su trabajo (mucha de obra fotográfica es tomada en sus set de filmación) para reconocer una estética oscura, provocadora, que va de lo onírico a lo pesadillesco. Disecciona quirúrgicamente la realidad hasta hacerla tortuosa, con seres de un ‘submundo’ gótico habitantes de éste que nos toca, ocultos tras máscaras y disfraces, entre insectos y reptiles, dentro de universos mutilados o fetichistas.
Floria también realizó ‘Postmortem Bliss’, un cortometraje donde –con guión de Lilian Berlin– en plan homenaje a “Rebelde sin causa”, crudamente retrata a una generación adicta, sobremedicada y maldiagnosticada.

Vale la pena ver su vasta obra en: http://www.floriasigismondi.com/
Otras gemas de Sigismondi:
Sigur Ros y su video ‘Untitled’: http://www.youtube.com/watch?v=tTEG5bz70Sg
Tricky by Floria desde ‘Makes me wanna die’: http://www.youtube.com/watch?v=dtkgq6CWuJQ&feature=related
Nuestro amado Bowie con ‘Little wonder’: http://www.youtube.com/watch?v=H4YjzezXy30
Marilyn Manson x Floria en ‘Beautiful people’: http://www.youtube.com/watch?v=fLEHtwq9KZM
Aquí The Cure con ‘The end of de world’: http://www.youtube.com/watch?v=oCjQN7mQAzI
Mi gran Leonard Cohen version Floria ‘In my secret life’: http://www.youtube.com/watch?v=meBNeNwiagw
Björk me puede, aquí desde ‘I Have Seen It All’ (Webeo): http://www.youtube.com/watch?v=zbouV50f26Q
El cortometraje ‘Postmortem bliss’ y una entrevista a Floria en:
http://static.h.customers.artful.net/hermes/behindthescenes/index_camera_details_6.html

23 de junio de 2008

El filoso cuchillo de Corso en la garganta


No hay tardes ni madrugadas para la poesía de Gregory Corso (1956-2001). Después de días y noches de viajes que desnudan otras ciudades, mías, extranjeras, regreso. Me gusta volver a desandar las horas aunque el sol no salga, a despellejar historias que se construyen en sus atajos. Kavafis aparece sobre la mesa, terminé ‘Llamadas de Ámsterdam’ de Juan Villoro, esperan más de Puig y Auster, mientras Rivera y esas revistas de historia están al pendiente. Pero anoche volví después de mucho sobre Corso, ese maldito neoryorkino que cruzó en los ’50 de una costa a la otra para hallar su voz; esa voz que destiló ecos sombríos de un futuro desde esos días de la década beat. Tan furibunda y romántica como rufián y desesperada, la poesía de Corso llegó a mí como un cross seco a la boca del estómago.
Mientras en poco tiempo, del 5 al 12 de julio, se realizará el XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín, vale celebrarle, y reencontrar en algunas librerías de saldo el esencial ‘Gasolina’, o ‘El feliz cumpleaños de la muerte’ y ‘Larga vida al hombre’, algunas de ellos editadas por Visor con traducción de Esteban Moore.
Llegan aquí algunos poemas de Corso, como cuchillos filosos en manos de quien los ha usado para despellejar lo necesario de este mundo, para sacar afuera aquello que solo se saca desgarrando la carne, las tripas: la verdad que ahoga, la mentira que respira.


Yo obsequié

Obsequié el firmamento
junto a las estrellas los planetas las lunas
y también las nubes y los vientos del clima,
las formaciones de aviones, la migración de las aves...
“¡De ninguna manera!” aullaron los árboles,
“¡Los pájaros cuando no vuelan son nuestros, no los podés obsequiar!”
Así que obsequié los árboles
y el terreno que ellos habitan
y todas aquellas cosas que crecen y se arrastran sobre él
“¡Un momento!” marearon los mares,
“¡Las costas, las playas son nuestras, los árboles para los barcos,
para los astilleros, nuestros! ¡no los podés obsequiar!”
Por lo tanto obsequié los mares todas las cosas que los nadan,
los navegan...
“¡De ninguna manera! tronaron los dioses,
¡Todo lo que has obsequiado nos pertenece! ¡Nosotros lo creamos!
¡Incluso creamos a aquéllos como vos!”
Entonces fue cuando obsequié a los dioses.


Ventana

Te digo a vos
morir, creer que vas a morir
es una horrible
triste creencia
Las personas no son confiables
y tus padres tu sacerdote tu gurú son personas
y son ellos los que te dicen que debés morir
creerles a ellos es morir
Porque ves a otro morir
creés que tenés que morir
sin embargo sólo conocerás la muerte de otro
nunca la tuya propia
incluso en tu lecho canceroso
nunca sabrás que te despertás muerto
El cuerpo es simplemente una etapa
nacemos de nosotros mismos
del encarnado amanecer
a la noche desencarnada
al amanecer reencarnado
una continua conexión
cuyo hilo conductor es el espíritu
nuevamente te digo
no conozco la impermanencia
estoy con la permanencia
y desprecio la muerte
sólo tengo sentimientos por los vivos
no tengo sentimientos por los muertos
Te dicen que tenés que morir para llegar al cielo
mandá a la mierda a esos forros poco creíbles
que con su fe fraudulenta
matan a millones de eternas inteligencias
Les digo a ustedes. Los muertos: no van a ningún lado
sólo si están vivos podrán llegar aquí, allá, a cualquier lado
El espíritu es más sabio que el cuerpo
Creer que la vida muere con el cuerpo
es estar enfermo del espíritu
El gran peligro es
pensar con el cuerpo que el espíritu es cosa efímera
La víctima de cáncer de espíritu saludable
no es una cosa terminal
y el cuerpo saludable frágil de espíritu
sí lo es
Como los peces son aguas animalizadas
nosotros somos espíritus humanizados
los peces van y vienen
los humanos también
la muerte de los peces
no es la muerte de las aguas
la muerte de tu cuerpo
no es la muerte de la vida
Así es
cuando digo que nunca conoceré mi muerte, creo en ello,
conmigo el espíritu emergió con su rostro humano
logré salir de la vida
vivo
Y no permitas que un cuerpo en una tumba
en cuya lápida podrás leer el nombre de Gregory Corso
te cause gracia, tiente esa risa tuya “Ja, ja”
“Él decía que nunca moriría,
mirá, el imbécil fue enterrado bien muerto”
Sólo tenés que saber que habrá un cielo
sobre esa tumba ahí
y transportará el tamaño de mi espíritu a todas partes
y esto es una mera suposición
porque quizás nunca verás esa tumba
seguramente yo nunca la veré
Así de este modo como los peces son al agua
así soy yo respecto de la tierra, el fuego, el aire
y así seré hasta tanto todos estos elementos
no estén más allí
Habré muerto en realidad
hasta entonces todavía seré
como ahora, como mañana
como ayer;
adiós, que tengan una buena vida
recuerden
que las personas
las más de las veces
no son confiables,
y son ellas, las que te dicen que tenés que morir;
te estaré viendo en mis ecos
la próxima vez.

Versiones de Esteban Moore. Buenos Aires.
Fotografía: Corso por Allen Ginsberg, década del ‘50.

18 de junio de 2008

El Eternauta - ¿Dónde está Oesterheld?


"Era de madrugada, apenas las tres. No había una luz en las casas de la vecindad [....] ...de pronto un crujido, un crujido en la silla enfrente mío, la silla que siempre ocupan los que vienen a charlar conmigo..."

“El Eternauta” ha sido -y sigue siéndolo- la obra monumental del género de la historieta creada en la Argentina, cuya excepcionalidad radicó en la potencia de una historia que logró trascender generaciones y fronteras desde su aparición en 1957 en la revista Hora Cero. Creada por Héctor Gérman Oesterheld (1917-1977) con el dibujante Francisco Solano López, El Eternauta es la historia de Juan Salvo, un hombre perdido en el espacio-tiempo, y la de la invasión de los “Ellos”, seres de otro mundo capaces de esclavizar a cuanta civilización encuentren en la Tierra.
La de Salvo, el personaje que concibe Oesterheld como un héroe sin capa, sin superpoderes, con miedos y sangre mortal, es la historia de la aventura de ese hombre común que vive la invasión a Buenos Aires y de su lucha desde la resistencia. Oesterheld encuentra el punto de partida con el personaje de un guionista de historietas que una noche, trabajando en su escritorio, de pronto, frente a él, cruje una silla vacía. Sobre ella se corporiza un hombre que dice llamarse el Eternauta. Ese será el punto de partida para que el guionista -premonitorio- y el dibujante corporicen magistralmente la historia de este viajero que viene un mundo lejano, de un tiempo lejano.
Comenzará allí la historia de un mundo que cambia, donde la gente muere al ser tocada por una nieve fosforescente, de invasores extraterrestres, de los “Ellos” que nunca se ven y utilizan a seres de otros planetas para sus ataques con Cascarudos, Hombres-robots y Manos, es la historia de glándulas de la muerte implantadas, de dominadores y dominados. Y de los que resisten: de Juan Salvo, su esposa Elena, su hija Martita y un pequeño grupo de amigos.
Volver sobre El Eternauta, este héroe lejos de aquellos que idolatrábamos de niños, a esta altura de la vida resulta inevitable. El dolor ya no está anestesiado. Aún está en nuestro pecho.
Se han cumplido 50 años del nacimiento de esta historieta que fue traducida a tantos idiomas, pero también se cumplieron 30 años de la detención de Oesterheld en La Plata en 1977 y de su posterior desaparición por la dictadura militar argentina (junto con sus cuatro hijas y sus dos yernos). Militante de Montoneros, fue visto por última vez en un centro clandestino de detención en 1978.
Oesterheld: “Siempre me fascino la idea de un Robinson Crusoe...El Eternauta, inicialmente, fue mi versión del Robinson. La soledad del hombre, rodeado, pero, no ya por el mar sino por la muerte. Tampoco el hombre solo de Robinson, sino el hombre con familia, con amigos. Por eso la partida de truco, por eso la pequeña familia que duerme en el chalet de Vicente López, ajena a la invasión que le viene. Ese fue el planteo (…) Ahora que lo pienso, se me ocurre que quizás por esta falta de héroe central, El Eternauta es una de mis historias que recuerdo con más placer. El héroe verdadero de El Eternauta es un Héroe colectivo, un grupo humano. Refleja así, aunque sin intención previa, mi sentir intimo: el único héroe válido es el héroe ‘en grupo’, nunca el héroe individual, el héroe solo”.
La historia argentina de los últimos cincuenta años, que es la historia de la barbarie humana cometida en tantas naciones, impregna y se refleja en El Eternauta. Pero la obra de Oesterheld-Solano López, la trasciende. Su carácter universal lo alcanza porque, si bien hay una correspondencia política con lo que sucedía en los 60’ y 70’ en esta región del planeta, la historieta dice del poder, de su ejercicio malsano, de las miserias del hombre, de sus miedos, de la exclusión y su responsabilidad en la muerte de millones de seres humanos en nuestro planeta. La visión humanista, de una ética de la solidaridad y del respeto de las diferencias, son las banderas que Oesterheld planta, y que hacen de El Eternauta uno de los grandes relatos contemporáneos contra la muerte, el odio y el sometimiento.

Juan Salvo: “Ahora no es tiempo de odiar, es tiempo de luchar”.

12 de junio de 2008

Portishead – Third

Tras diez años de silencio, entre tanto exceso de corrosión sonora, llega a las playas de este mundo ‘Third’, el tercer trabajo de Portishead, la banda que sin abandonar la opresiva y sugerente tristeza que le conocimos en aquellos noventa, rebrota para hacernos sentir cuánto necesitábamos de un nuevo cocktail de melancólica desesperación, oscura psicodelia y gélida electrónica.
No, ya no quedan rastros de aquel trip hop que tanto nos hizo vibrar. No hay pasos, huellas marcadas, que sean continuadores de ‘Dummy’ (1994) o ‘Portishead’ (1997). Third va más allá de lo esperado, y llega a este lado del hemisferio luego de más de una década, en un otoño confuso a nuestras vidas, donde la primavera está lejos aún. Y sus canciones border terminan siéndolo porque entrañan un riesgo artístico pocas veces asumido en todos estos años de tanta pacatería del mainstream.
Los diez años que pasaron desde su último registro oficial, confirman que el silencio de Portishead ha sido saludable. Lo demuestran los muchachos de Bristol, que contra todos los pronósticos tomaron un camino desconocido, lejos de todo lo previsible, un camino desconocido que eludió el regreso a la ruta principal por una autopista segura. Nada de eso.
El viaje aquí son once tracks de canciones decididamente tristes, que acaso te lleven a un desasosiego inquietante, opresivo, bañado por nuevas mareas rítmicas y orquestales casi hasta la asfixia anímica. Este álbum produce estados - sensaciones que pueden hacernos tocar fondo, caer, hasta brotar desesperantes/desesperados, bajo formas conceptuales instrumentadas desde cuerdas emocionales y reconocidos scratches, a sombríos samples y demoliciones percusivas.
Hubo un intimista 'Out of Season' (2001) que Beth Gibbons y Rustin Man (alias de Paul Webb) nos regalaron a quienes extrañábamos demasiado a Portishead. Pero con este regreso, se deja atrás sanamente a aquel trip hop de la última década del siglo XX, acaso porque Third es la mejor señal del paso del tiempo: en su inexorable avance solo los organismos vivos mutan de formas, se transforman, renacen.
‘Machine Gun’ es el primer single extraído del nuevo disco, cuyo poderoso sonido sintetiza bien a este organismo viviente llamado Portishead.

Aquí el video adelanto de Machine Gun, cuyos adjetivos calificativos mejor ponelos vos: http://www.dailymotion.com/relevance/search/Portishead/video/x4rnz3_portishead-machine-gun_music

9 de junio de 2008

El blog y la literatura del siglo XXI

"La literatura es parte de una ecología de medios que compiten entre sí. Esa competencia puede producir diálogos tensos o estimulantes, apropiaciones constantes de los efectos producidos por otros medios. La llegada del cine, la televisión y el ordenador no significó, como algunos críticos apocalípticos llegaron a sugerir, el fin de las novelas, de los poemas. Los escritores se han ido adaptando a la convivencia con estos medios: los novelistas incorporaron a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine; los poetas experimentaron con la tipografía de la máquina de escribir; hoy, gracias al Internet y las facilidades tecnológicas del ordenador, ha aparecido el blog como un nuevo género literario; una nueva generación de autores lo utiliza como parte fundamental de su proyecto narrativo, a la vez que busca incorporar en su escritura procedimientos aprendidos en la diaria convivencia con los medios y las tecnologías emergentes.

Cuando aparece un nuevo medio, al principio se tiende a remedar a otro medio ya existente: así, por ejemplo, el cine mudo de comienzos del siglo XX tenía muchas deudas con el teatro; hubo que esperar hasta fines de la década del veinte para que el cine encontrara su propio lenguaje y se distanciara del teatro. Debido a que el medio es aún muy joven, el tipo de blog que predomina es el de posts que en realidad son columnas de opinión o críticas que no desentonarían en las páginas impresas de un periódico o revista. También están los que tienen algo del diario, del cuaderno de apuntes, del microrelato o el epigrama. El formato blog es nuevo, pero el lenguaje todavía pertenece a otro medio y a otro género.

El blog que utiliza las múltiples posibilidades interactivas del Internet es el que se anuncia como un nuevo género literario. La literatura de los siglos XIX y XX ha tratado de salir de la dictadura del texto e incorporar otros medios; era común ver en las novelas clásicas del siglo XIX y XX gráficos que acompañaban al texto (es famosa la negativa de Kafka a que se ilustrara “La metamorfosis”, bajo el argumento de que el poder sugerente del texto era suficiente para el lector); más recientemente, W. G. Sebald puso de moda la incorporación de imágenes fotográficas como parte fundamental del texto y no como una simple ilustración. Esos ejemplos son tímidos si se los compara con todas las posibilidades que despliega el blog para hacer que el texto incorpore imágenes, videos, comentarios de lectores. Como dice el crítico mexicano Heriberto Yepez, el blog es también “una obra de arte visual, que el autor puede rediseñar o perfeccionar con un conocimiento mínimo de HTML o simple copy-paste… Lo que sigue de aquí es el multimedia”.

El blog debe abrirse al diálogo con las múltiples posibilidades interactivas de la red, hacer navegar al lector: un post debe contener muchos enlaces que nos lleven de aquí para allá (artículos, noticias, foros, blogs, videos). El blog también permite que los lectores comenten los posts. Algunos blogueros lo impiden, lo cual va contra la naturaleza misma del blog: la posibilidad de interactuar de forma inmediata y sin filtros con los lectores, de hacer que los comentarios conviertan al post en un foro de discusión. Algunos señalan el peligro de que el blog se convierta en una suerte de dictadura de la opinión pública, que sean los lectores y no el autor los que determinen la versión final del texto. Eso, sin embargo, no es algo nuevo. El diálogo de un autor con los lectores ha ocurrido siempre; el blog intensifica este diálogo, y hace más factible que la opinión de un lector llegue al autor.

El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autopublicación de escritores que no siguen los tradicionales mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como “premio” por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando tanto otros medios como la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también transformarán la idea que hoy tenemos de la literatura. En algunos años, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un video en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco será raro que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, el escritor decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafíos de otros medios".

Edmundo Paz Soldán. Escritor (Cochabamba, Bolivia, 1967)

(Publicado en el suplemento Babelia de El País, España, sábado 15 de marzo 2008)

4 de junio de 2008

Gonzo: The Life and Work of Dr. Hunter S. Thompson


Creador e icono del periodismo gonzo, Hunter Stockton Thompson, ha logrado dar como pocos con el tono descarnado que la verdad extrema tiene, desde su condición de periodista del acontecimiento directo. Lo suyo ha sido meterse en las entrañas de la noticia, convertirse con carne propia en el protagonista de la historia dentro del contexto, hasta con más importancia que la propia crónica, moviéndola, accionándola, hasta su desenlace y desde luego sufriendo sus consecuencias. El mismo Thompson ha hablado de ello como de un hallazgo casual.
Con una adolescencia rotulada por la justicia como de “delincuente juvenil”, luego de su paso por reformatorios, a los 18 en Puerto Rico se hace corresponsal del New York Herald Tribune. El universo poblado de perdedores, escépticos y lunáticos, empezaría a ser parte sustancial de sus crónicas. Luego vendría su experiencia de corresponsal para "National Observer", y ya en Nueva York seguiría su tarea de periodista para revistas como "Esquire", "New York Times", "Nation", "Reporter" y "Harper’s".
La influencia de Hunter S. Thompson (como firmará sus libros) ha sido determinante para gran parte del periodismo de varias latitudes. Autor de libros como “El diario del ron” y “Pánico y locura en Las Vegas” para los argentinos (o Miedo y Asco en Las Vegas) que llevó al cine Terry Gilliam, Thompson fue al periodismo lo que Charles Bukowski sería de alguna manera a la novela. Decía que no escribía novelas, solo crónicas de 200 páginas. Y era cierto.
Su vida fue un vertiginoso viaje cuyos combustibles fueron el alcohol y las drogas de todas las variedades posibles, en las antípodas del sueño norteamericano, o más bien, en las entrañas de la propia locura de ese sueño/pesadilla 'americano'.
“Lejos de mí la idea de recomendar al lector drogas, alcohol, violencia y demencia. Pero debo confesar que, sin todo esto, yo no sería nada”, dijo alguna vez. "El diario del ron" (1966, que aparece en esa primera edición como "Los Ángeles del infierno") revela un estilo de crónica audaz tanto por su escritura como por la temática. Así devenie en el "enfant terrible" de la literatura estadounidense.
Enviado por una revista a realizar un reportaje sobre una carrera de caballos, Thompson y su fotógrafo estaban fumando cuando la ceniza de éste se les cayó sobre el traje de un importante político. Lo que siguió fueron las ropas de aquél que comenzaron a quemarse y los dos periodistas decidieron apagarlo con tierra. “Pasada una semana vino el editor, a quien le habíamos prometido el artículo, a recogerlo. Yo no lo tenía escrito: cuando más consultaba mi bloc de notas, mi mente se quedaba más en blanco. Total, que tuve miedo de que nos quedáramos sin cobrar y le di mis apuntes. Cuando salieron publicados, empecé a hacer las maletas para cambiarme de ciudad, pero todo el mundo empezó a llamarme para decirme que aquello era maravilloso”.
Fue redactor jefe de la sección nacional de la revista "Rolling Stone" entre 1969 y 1974. Y de uno de los reportajes realizados por aquel tiempo acerca de la campaña presidencial de 1972 nace su novela más celebrada: "Miedo y asco en Las Vegas". En sus páginas, el eterno periodista, álter ego del autor en todas sus novelas, acompañado en esta ocasión por un abogado, se lanza con su Chevrolet descapotable a la conquista de Las Vegas. Las drogas más variadas suceden al alcohol en alternancia constante a lo largo de todo el recorrido de estos dos tipos que Gilliam lleva al cine.
Tanto Miedo y Asco en Las Vegas como Miedo y asco en la campaña presidencial de 1972 (una suerte de segunda parte) fueron publicados por entregas en la Rolling Stone. Su libertad y vomitiva anarquía le permitiría ser el único periodista-escritor de la revista que jamás hizo un artículo sobre música. Donde estuviese, siempre era un lugar fronterizo entre la cordura y la locura, despachando sus crónicas ilegibles con su máquina de fax, en el límite de los cierres de redacción, tanto como para que nada de lo que redactaba se pudiese corregir. Lo que se dice, un Thompson en alto estado de pureza.
La cosa es que por estos días tendremos nuevas noticias del gran Thompson. El próximo 4 de julio se estrenará en Estados Unidos Gonzo: The Life and Work of Dr. Hunter S. Thompson. Se trata de un documental que retrata al periodista-escritor, dirigido por Alex Gibney, director de Enron. Los Tipos que Estafaron a América y ganador del Oscar por Taxi al Lado Oscuro. El documental se presentó en el último Festival de Sundance, y su narrador es Johnny Depp, que interpretó a Thompson en Miedo y Asco en Las Vegas.
Vale la pena ver el trailer de este film que repasa esa locura que fue Thompson y que Gibney llevó al documental.
Está en: http://www.apple.com/trailers/magnolia/gonzo/hd/

1 de junio de 2008

Love will tear us apart


Pasó mayo a torrentes, atravesándome como lo haría un soberbio río por su cauce. Aunque este otoño nos bañe de tardes luminosas de sol que se cuelan por el balcón, he vuelto a pensar en la muerte. Tengo a Joy Division de banda de sonido nocturna y esa voz puede contra el frío de la madrugada.
No creo en los aniversarios, no creo en aquello que las personas congelan en un calendario. Pero pasó mayo y he vuelto sobre esas canciones, sobre Ian Curtis, y sobre qué mierda pasó por tu cabeza el día que hiciste esos nudos en la cuerda y remontaste tu cuerpo para dejarlo caer en picada. No sé si sería de tarde o de mañana, si haría frío o cómo desandarías tu partida. ¿Era mediado de mayo? Ni siquiera he estado en Manchester, y apenas era un crío que ni sabía de tus canciones cuando te colgaste hasta conseguir esa rigidez que vamos conociendo con los años, cuando los amigos los padres los desconocidos se van yendo del lado mortal del mundo.
Por ese tiempo, 1980, aquí, en Argentina, un grupo de locos organizados mataban a las personas, las torturaban y las desaparecían. Crecimos con los ojos vendados.
Pero hemos ido creciendo y la muerte empezó a asolarnos como todo en la vida.
La muerte, he pensado por mucho tiempo, la sentía como algo tan estúpido como injusto, o más, que era una mierda. Pero al crecer –eso que el paso de los años nos hace creer a veces que no es tan malo–, me fui retractando de esa idea hasta guarecerme en el silencio. En ese silencio donde crecen las preguntas que solo el viento, los años, y nuestros pasos, saben responder.
Nadie estuvo allí para desatar el estúpido nudo de tu decisión cuando recién colgabas y todavía tenías oxígeno en la sangre. Coupland tiene razón cuando dice que se nos enseña a esperar la felicidad pero nunca un plan B para poner en práctica en su ausencia.
Tengo canciones como Transmission, Atmosphere y Love will tear us apart en mi cabeza sonando ahora. Justo esta última, para Kurt Cobain era de las más hermosas de todos los tiempos.
Nos ha quedado sobrevolando un hechizo sobrenatural, los espasmos de esa danza perdida, tu voz oscura y fantasmal en mi cabeza. Ahora me entero que hicieron una película sobre vos: tu vida revisitada en un film de Anton Corbijn que se está en etapa de estreno.
No dejo de pensar de vez en cuando: menuda mierda es la muerte. Hay rutas que tienen finales que desconocemos, caminos obsesivos, melancólicos, autodestructivos, románticos, furiosos, fantasmales, atormentados, hasta que perdemos el control y nos estrellamos sin más.
Te has ido. Aquí siempre nos quedan muchas preguntas sin responder.
El amor nos une.
“El amor nos separará, otra vez”.

Pd. creo que Cobain tenía razón. Aquí está “Love will tear us apart” en versión BBC remozada: http://www.youtube.com/watch?v=3Ii8m1jgn_M&feature=related