"Actualmente, en China hay encarcelados al menos 30 periodistas y 50 ciberdisidentes. Algunos desde los años 80. El gobierno bloquea miles de sitios informativos de Internet. Se interfieren los programas en chino, tibetano y uigur de una decena de radios internacionales. Tras los sitios de Internet y los foros de discusión, las autoridades se concentran ahora en los blogs y los sitios que permiten el intercambio de vídeos. Todas las herramientas de blogs del país incluyen filtros que bloquean las palabras clave que los censores consideran “subversivas”. La ley sanciona fuertemente la “divulgación de secretos de Estado”, la “subversión” y la “difamación”, acusaciones que frecuentemente se utilizan para silenciar las voces más críticas. A pesar de que han disminuido las medidas que enmarcan el trabajo de los periodistas extranjeros, para los medios de comunicación internacionales sigue siendo imposible emplear a periodistas chinos, o desplazarse libremente al Tibet y a Xinjiang".
“El levantamiento parcial de la censura de la Web es un nuevo intento de seducción de las autoridades. Sin embargo, para los internautas chinos no ha cambiado nada, o casi nada, porque han desbloqueado muy pocas páginas en mandarin. Continúan censurados los contenidos que hacen referencia a la defensa de los derechos humanos, la region del Tibet o la massacre de Tinanmen. Al tiempo que desbloquean algunos sitios de Internet, las autoridades se ocupan de que no se pueda acceder a las herramientas que sirven para eludir la censura. Los internautas chinos que no leen ingles no tienen más opción que consultar lo que el Partido tiene a bien poner a su disposición en la Web”.
Declaraciones de la organización Reporteros Sin Fronteras acerca de la censura a la libertad de expresión en China, mediante la cual el gobieno de ese país busca silenciar denuncias sobre la violación reiterada de derechos humanos y civiles sobre la población.